Me llama Toni de Bodegas Ramanyá para que pase por su casa de Santa María. Aproveché que tenía que ir a por unas cajas para un cliente, y caí en la cuenta que -en este mes- va a ser imposible charlar largo y tendido con él. La vendimia está ya en marcha y él "desaparece" en el campo de vid. Por suerte lo encontré de casualidad en su casa-bodega. Toni me enseñó su nuevo vino "Embat" y caí de bruces cuando empecé a saborearlo. Es verdad lo que dice él que se diferencia del de la cosecha anterior: aquel era como un torrente para los sentidos. Este nuevo "Embat" lleva sin duda el sello de la casa "Ramanyá" y evoluciona como lo hace el propio Toni: con los cinco sentidos. El caldo es adusto, con un regusto final duradero que te deja el cuerpo limpio. Estructurado y firme en su función, pero con esa "rabieta" final que sorprende en un vino que se sabe duradero y atento al maridaje. Llevé una muestra a Luís de Molina del Club del Gourmet de El Corte Inglés para que nos de su opinión (siempre loable y juiciosa a mi entender). Se lo he dicho a Toni, pero también lo escribo aquí: voy a hacer todo lo posible para comercializar este producto. Se lo merece.
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