La noche del sábado día siete de agosto volvimos a organizar El Guateque de Cellers Artesans en nuestra casa-oficina-taller-almacén de Algaida. Medio centenar de amigos, clientes y bodegueros accedieron a bailar y pasárselo bien bajo el cielo estrellado de esa noche de verano. La presencia de Rafael Amores en la música acompañó esta noche mágica.
Servimos para la ocasión el Vermell de Jaume de Puntiró un pelín fresquito al principio para luego beberlo ya a temperatura ambiente. Para el blanco elegí este año el Mollet de Ca Sa Padrina bien helado gracias a las cubas de hielo que se dispusieron por toda la finca. El espumoso, como todos los años, lo elegí de Ferret: Su excelente Brut Nature fue la delicia de todos, sobre todo de las damas. Al final servimos el Orujo Envejecido de Palacio de Fefiñanes traido directamente del congelador.
El maridaje de este año contó con delicias búlgaras (excelente la pánizsha) y un inolvidable cunill amb seba d' en Miquel que fue muy aplaudido, al igual que el tumbet de moro. La música revival de los setenta y ochenta, lo más bailado.
Un año más quisimos estar junto a nuestros amigos, los clientes de toda la vida y bodegueros que representan algo más que nuestros simples proveedores de género. Todos ellos siguen fieles a esta cita y no quieren perderse esta tradición. A todos vosotros, estimados todos, gracias por venir. El año que viene más.
Sigo
Servimos para la ocasión el Vermell de Jaume de Puntiró un pelín fresquito al principio para luego beberlo ya a temperatura ambiente. Para el blanco elegí este año el Mollet de Ca Sa Padrina bien helado gracias a las cubas de hielo que se dispusieron por toda la finca. El espumoso, como todos los años, lo elegí de Ferret: Su excelente Brut Nature fue la delicia de todos, sobre todo de las damas. Al final servimos el Orujo Envejecido de Palacio de Fefiñanes traido directamente del congelador.
El maridaje de este año contó con delicias búlgaras (excelente la pánizsha) y un inolvidable cunill amb seba d' en Miquel que fue muy aplaudido, al igual que el tumbet de moro. La música revival de los setenta y ochenta, lo más bailado.
Un año más quisimos estar junto a nuestros amigos, los clientes de toda la vida y bodegueros que representan algo más que nuestros simples proveedores de género. Todos ellos siguen fieles a esta cita y no quieren perderse esta tradición. A todos vosotros, estimados todos, gracias por venir. El año que viene más.
Sigo
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