He aparcado la furgoneta de reparto-oficinaconruedas-refugio delante de un camino para hacer un alto en la ruta y me he puesto a mirar el paisaje. Hoy hace un día de despedida al verano, sin duda. El cielo plomizo, el aire fresquito, el adiós estival...Vengo de ver a Ramón de Ca Sa Padrina y está a lo suyo como todos los cellers que visito, la vendimia, la uva y el vino a recoger. Luego he visto ya a seis clientes y todos me han augurado negros presagios sobre la temporada de verano y de unas previsibles y duras y malas Navidades para la venta de vinos. No hay dinero. Quien diga que la crisis remite, miente. El horizonte lo pinta la calle y las ventas y lo que me cuentan todos sin excepción son augurios tan negros como estos nubarrones que me dicen adiós al verano y hola al puto, duro y frío invierno.
S' acabat el bròquil, como dicen aquí. Menuda mañana que llevo. Espero que alguien me alegre el día.
Sigo.
3 comentarios:
Nunca había oído esto del bròquil. Es gracioso.
En cuanto a lo que comentas de la crisis, supongo que habrá bastante gente que lo use como excusa para no comprar.
Al menos en mi barrio, los bares están llenos.Aunque quizá tienes razón con lo que comentabas el otro día de los vinos cuatro duros. Puede ser que se pierda la costumbre de comprar vinos buenos.
A mí cuando alguien me suelta algo de la crisis le miro los zapatos (si el zapato es bueno y nuevo, puede gastarse pasta en vino. Si es de los chinos, coge los bártulos y a por otro cliente).
Besos.
Soy el anónimo anterior. (sorry por el anonimato de patosa informática)
Pues mi humilde opinión se centra en que les den por el culo a todos, quiero ver las fotos, fotos, fotos...
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